lunes, 22 de febrero de 2010

Les he contado lo que me hiciste a absolutamente todas las personas con las que he hablado hoy. Hasta a una señora por fuera del medico. Les he contado la verdad, la secuencia de hechos del viernes a anoche mismo cuando me pedías perdón intentando negar la obvia realidad. Y hoy me encontré un mensaje tuyo. Me decías que no era para tanto y me volvías a pedir perdón. Ahora sé que es lo que te ocurre: tienes remordimiento, y no quieres perderme como amiga. Bueno, eso me lo dijiste incluso tu. Me recuerdas a otra persona. Por eso me envias ese perdón, no quieres perderme como amiga. Yo tampoco quisiera perderme como amiga; hago los trabajos de los demás y soy todo oidos. ah! y facil de engañar, claro.
Y le he contado lo que me hiciste a absolutamente todas las personas con las que he hablado hoy por un simple motivo que acabo de darme cuenta: necesito que todos me digan la verdad: que conmigo el sabado te comportaste como un hijoputa con mayusculas para que no caia en la trampa, y te termine diciendo que acepto tus disculpas.
Luego del psico, lo que has hecho... has subido al escalon de "segundo gran cabron" desbancando al herposo.
Felicitaciones.
Y, como te dije ayer, gracias. Que contigo recorde que no hay que bajar la guardia, porque si lo haces, te la clavan cuando menos te lo esperas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario