domingo, 16 de mayo de 2010

Enferma de él

Fácil de explicar: la sensación de soledad y vacío es simplemente el mono de la oxitocina.
Lo entiendo, y entiendo que el estar cabreada y con ganas de llorar es porque necesito la dosis y no la recibo.
Entiendo que derretir el móvil con la mirada responde a que mi cuerpo se está limpiando.
Que es algo sólo bioquimico.
Que soy adicta. Adicta a él.
Con mi mejor amiga comparamos el superar a un hombre con dejar de fumar. No sabíamos en ese entonces cuanta razón llevabamos.
Porque el mono que siento es el mismo.
Estoy enferma. Enferma de él.
No sé cuánto tiempo tardaré esta vez, pero ahora me digo lo mismo que le dije a aquel colega que había dejado de fumar, cuando me pidió un cigarro: "Por qué narices vuelves cuando sufriste tanto para dejarlo la primera vez?".

lunes, 10 de mayo de 2010

Con tus recuerdos


Se puede enfermar de recuerdos. Se puede soñar con un futuro que no es más que pasado.
Puedes pensar tanto en ello que más que una anticipación, acaba pareciendo un recuerdo.
Puedes revivir el momento mil veces y buscar mil escenarios distintos. Pero la verdad es que el sueño de cambiar el momento termina cuando comienza el recuerdo del pasado, tan real que sigue asustando.
El pasado, tan real que sigue doliendo un poco. La palabra que sigue clavándose un poco. La sonrisa que sigues recuperando de los recuerdos cuando te sientes sola. El ultimo beso, que no recuerdas, y por eso vuelves a inventarlo. hoy que no estas voy a inventarme el final; tu regresabas y no nos separábamos mas.
No supe que esa última palabra sería la última. Si lo hubiera sabido la hubiera memorizado. Si hubiera sabido que esa mirada sería la última mirada, habría apuntado el color de sus ojos. Si hubiera sabido que ese sería el último beso, hubiera recogido de sus labios su último momento sincero.
Si hubiera sabido que esa sería la ultima vez que me despertaba con él, le habría abrazado en vez de quitarle sus brazos de mis costillas. Y le hubiera susurrado muy despacio al oído "por favor, que mi recuerdo hoy te valga mas que tu presente".
O no.

Pero cuando me siento sola, cuando esa parte de mi que esta vacía crece un poco más de lo normal, pienso en él. Pienso y revivo. Y al revivir doto de detalles inventados a la realidad. Llegará el momento que tendré de ti más recuerdos inventados que recuerdos reales.
Y en ese momento dejaré de pensar en nuestros electrones, dejaré de pensar en nuestro entrelazamiento cuántico particular, porque al final, como siempre decías: "todo es relativo".