Amor

Creo que es imposible que las dos personas que conforman una relacion maduren al mismo tiempo, y que quieran seguir por el mismo camino. Que los dos quieran lo mismo al mismo tiempo siempre. Que tengan absolutamente la misma forma de ver las cosas verdaderas, las que importan. Que uno pueda apoyarse completamente en el otro, y que exista la posibilidad de que cuando uno falle, en ese momento el otro este alli, aguantando la tormenta, sosteniendo la red.
Estoy segura que si a nuestros abuelos se les hubiese permitido divorciarse, pocos estarian juntos ahora mismo. Y cuando veo una pareja que lleva mas de diez años juntos (bueno, tres años tambien me vale) por dentro siempre pienso "seguramente algo les ira demasiado mal, seguramente no se dejan porque tienen miedo a estar solos, la costumbre es algo que pesa mucho".
No entra en mi pequeña gran cabeza la posibilidad de un gran final feliz eterno.
Me niego a creerlo, y como bien se dice "Que venga Dios y me lo enseñe". Dios solo me ha demostrado que amar (asi como las mentiras) al fin y al cabo, es una perdida de tiempo si nos basamos en el metodo racional y bioquimico que utilizo a la hora de analizar estas situaciones.
Recuerdo la profecia autocumplida asi que es muy posible que jamas me enamore, aunque el amor me muerda el culo no podria reconocerlo, y seguiria vagabundeado pensando en eso de "Two can be as bad as one".
Y no estoy segura que sea una fase: si es una fase, es una en la que llevo desde que tengo 16 años (¿algo tendran que ver los dos divorcios de mi madre?), y nadie me ha demostrado lo contrario (profecia autocumplida, ya te digo). Por eso me asombro cuando veo a alguien profundamente enamorado. Y en el fondo me da muchisima alegria. Y un poco de envidia sana. Pero la gente que se enamora es gente que se entrega. No estoy dispuesta a entregarme en mucho tiempo. Corramos un tupido velo al asunto. Porque se por experiencia propia que hasta las cosas que son como en las peliculas, NUNCA son como en las peliculas.


Y mientras tanto, sigamonos divirtiendo, que nunca viene mal y el tiempo hay que ocuparlo en algo.




anita.