
Te idealicé desde hacía seis meses
y para mi eras una fantasía perfecta
como tantas otras en las que quería vivir
Y cuando el verbo se volvió carne,
cuando compartimos momentos
y la fantasía dió paso a la realidad
te vi como eras
y no eras como creía
Pero todavía tienes ese algo
que hace que no te quiera soltar
y que hace que no me importa que no seas una fantasía perfecta.
anita.